Hemeroteca: comentarios a algunas noticias de Febrero 2014

Como decíamos ayer, pretendemos, regularmente, recoger algunas noticias que nos ha llamado la atención en el mundo de la historia y la cultura. Desde una perspectiva totalmente personal, y, centrada, en este caso, en cómo el mundo científico y tecnológico colabora con el de las humanidades en general, y de la historia en particular.

Manuscrito de Mujeres y criados,de Lope, "rescatado" en la BNE
mediante análisis de bases de datos. Imagen de El País.

Comenzábamos el mes hablando de cómo la tecnología está permi-tiendo "rescatar", de los inmensos fondos de algunas instituciones, algunas joyas olvidadas, como obras de Lope o Leonardo. Arqueología cultural, lo han denominado, aunque de forma creo que no del todo acertada; bien es cierto que términos más técnicos como "minería de datos" o similares no se ajustan tampoco a la realidad de este tipo de investigación, donde, por otra parte, es crucial saber qué demonios se está buscando.

En todo caso, creo que es una noticia que debería dar que pensar a los más suspicaces acerca del uso de las actuales tecnologías (permítanme que no llame "nuevas" a aquellas que ya llevan lustros, cuando no décadas, con nosotros). Aunque si no les convence este humilde ingeniero, porque lo consideran ustedes como un tecnólogo que vive en un mundo cuadriculado y ajeno al humanístico, tal vez lo haga la existencia del curso Aplicación de las TIC a las Humanidades y Ciencias Sociales. Bases de Datos, Docencia e Investigación (4ª edición), impartido por la universidad de Castilla - La Mancha. Creo que el título lo dice todo. 

"Oiga, es que yo trabajo en un museo", podrá decir alguno de ustedes. "¿Para qué demonios quiero yo saber nada de esos inventos del maligno llamados ordenadores?". Pues para difundir sus contenidos, crear valor y atraer visitantes, sin ir más lejos, tal como predica esta noticia acerca del uso de las TIC en los grandes museos. 

Si es usted profesor tal vez piense que con un editor de textos le basta; bueno, puede ser cierto, pero, tampoco estará de más que investigue (y acto seguido intente convencer a su departamento) las bondades del software capaz de detectar los plagios de trabajos, como Turnitin, ya muy difundido y que acaban de incorporar en la universidad de León.

Imagen de El País

Más allá de la aplicación de estas tecnologías en el interior de nuestros vastos repositorios culturales, las tecnologías actua-les (sean o no del mundo TIC) pueden ayudarnos a aumentarlos. Tal es el el caso de la búsqueda del cuerpo de nuestro gran Miguel de Cervantes dentro del convento de las Trinitarias en Madrid, a la que deseamos mayor suerte que a la del de Velázquez de hace años.

Tal vez las más reveladoras sean las posibilidades de la investiga-ción genética (apoyada por la actual capacidad de procesamiento masivo de datos, claro). Gracias a las mismas se acaba de trazar el mapa genético de 160 generaciones en torno a la mítica ruta de la seda, trazando los avances por territorio asiático por parte de Alejandro Magno y Gengis Khan.

Obviamente, también hay ocasiones en las que los puntos de vista pueden llegar a entrar en conflicto. Tal es el caso de la reapertura de Altamira, ya que los expertos indican que incluso el paso de una persona afecta a la conservación de las pinturas. Como comprenderán, yo tiendo a hacer más caso a los factores técnicos y científicos que a otros, por lo que no sé si ha sido buena idea la reapertura, por controlada que sea, y menos seleccionando la gente que accede de forma aleatoria... pero esa es sólo mi opinión.

Pero, en todo caso, lo más normal es que la colaboración entre ambas ramas produzca grandes sinergias, como la investigación que ha vinculado el declive de las ciudades de la edad del bronce con el cambio climático producido en aquella época; un conocimiento que sin duda producirá grandes réditos tanto a los estudiosos de la arqueología y del actual cambio climático.

Como ven, la ciencia y la tecnología encuentran nuevos campos apoyando al mundo humanístico, y las humanidades avanzan apoyándose en ellas. Piensen qué necesidades podrían subsanar, intenten formarse ustedes mismos en algunas de ellas... dialoguemos, vaya. Nos irá mucho mejor a todos.