10 (x2) libros que me (nos) cambiaron la vida (II)

Portada de Fray Perico y su borrico.
Fuente: Vamos a morir todos.
Cuando me propuso Juan hacer un listado de los diez libros que más nos influenciaron en nuestra vida me pareció de lo más interesante. Gracias a ello me he dado cuenta que compartimos dos lecturas pero por motivos totalmente diferente y también porque me ha interesado saber que para él esta lista cree que cambiará en un futuro. 

Por una vez temo, y sin que sirva de precedente, que el más realista de los dos soy yo. Creo que cuando somos más jóvenes nuestra capacidad de asombro es mayor, nuestro criterio menor y nuestro entusiasmo desbordado. Ahora los libros me encantan y fascinan, por supuesto, pero nunca nunca jamás se podrán comparar con los que ahora voy a reseñar. No es cuestión de la calidad de las obras sino de las vivencias. Es cuestión de memoria personal, no de criterio académico o literario y así voy a realizar el listado. 

Dejo, a mi pesar, la infancia de lado pobladas por Fray Perico y su borrico, El pequeño Nicolás, Asteríx o Holmes. Mitos literarios que aún conservo. Viajamos a mi COU cuando me encontré con las tres primeras obras que me marcaron, que cambiaron mi manera de percibir la vida. 

1. Ancia de Blas de Otero: Tengo ahora mismo en mis manos la vieja edición de 1997 donde lo leí por primera vez. Lo que os decía, es coger un libro y hacer un viaje personal al Roberto de hace 18 años. ¿Qué quedará de él en mí? A veces pensar no es buena idea. En aquella época me agobiaba mucho el tema de la muerte y te encontrabas con poesías como Lástima, pero cerraba el libro una poesía (Digo vivir), de la cual una frase para mí se ha vuelto ley "Ahora vuelvo a mi ser, torno a mi obra/más inmortal: aquella fiesta brava/del vivir y el morir. Lo demás sobra."

2. San Manuel Bueno Mártir de Miguel de Unamuno: Luego llegarían Amor y pedagogía, Niebla y sobre todo las Sonatas. El primero sería como digo San Manuel, donde entendí demasiadas cosas personales y sobre todo que el hombre es Mythos y Logos, Eros y Tánatos y que en esa dicotomía tenemos que vivir. Creo que me estoy poniendo demasiado pedante y espeso...Además es que este libro fue muy importante a nivel personal. Con él entendí que lo que hace 16 años inicié con mi chica iba en serio. Si no de qué le iba a dejar MI San Manuel. Ella me decía que no era para tanto, que si se perdía se podía comprar otro, ya que era una edición normal de Cátedra. ¡Error! porque entonces no sería MI San Manuel, con mis notas y mis subrayados. Algo de mí quedó en él, algo de mí queda en los libros que leo.

F. García Lorca. Fuente: blogeducastur
3. La casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca: Aviso que pongo esta obra de Lorca como podía tener cualquier otra. Esta obra fue la que hizo de mí un lorquiano y aún me falta el aire cuando leo a Bernarda gritar ¡Silencio! De casta le viene al galgo ya que mi tío, mi Virgilio particular en este descenso a los infiernos de la literatura, lo era desde hace tiempo. Él me regaló las obras completas de Lorca y si tienes arrestos pide que te lo deje. 

4. Historia nocturna. Las raíces antropológicas del relato de Carlo Ginzburg: Sin duda lo prefiero a El queso y los gusanos, que leí antes que esta y aunque me gustó mucho Historia nocturna es superior para mí. Mucho he hablado ya en el blog de este libro. Resumiendo muchísimo, quiero escribir como este tío, tener su erudicción, su inteligencia y su valentía.  

5. El regreso de Martín Guerre de Natalie Zemon Davis del que ya hablé en la entrada que puedes leer aquí

6. Cien años de soledad de García Márquez, título que comparto con Juan y es que seamos sinceros, si no te gusta este libro es que tienes un problema gordo, pero que muy gordo. Si algo de tí no quedó en Macondo es que no has leído ni el Marca. Volviendo al Mythos y el Logos, al Eros y el Tánatos. No hay, posiblemente, libro que lo conjugue mejor que éste... aunque tendría que pensarlo más pausadamente, porque tela con el Pedro Páramo de Juan Rulfo

7. Aquí voy a hacer trampas. Como Juan me ha pisado El nombre de la rosa de Umberto Eco (¡malvado!) voy a elegir El péndulo de Foucault. En el primero la historia medieval palpita, vive. Religiosidad, Filosofía, Arte, Teología, política de la época están ahí. Mi gran sueño sería hacer un texto académico explicitando todo lo que en él hay. Tendría que ser un trabajo interdisciplinar porque una sola persona no podría abarcarlo. Todavía recuerdo la sensación que tuve cuando están discutiendo Guillermo de Baskerville y el venerable Jorge....dije ¡La madre qué...! ¡Es filosofía medieval pura pero en novela! 

El péndulo, como digo, lo elijo porque es una bofetada a todos los amigos de lo oculto y los tergiversadores de la Historia. Y en esto de nuevo el amigo Eco se adelantó. Yo le llamo "El Quijote de las novelas históricas". Cuando lo terminé pensé "¡Qué ca...ballero más inteligente! Me ha liado en su madeja y yo sin darme cuenta. 

U. Eco paseando por su biblioteca particular (Milán)
Fuente: El País.
8. Esto se complica... sólo tengo tres balas y me falta mucho. De Julio Caro Baroja, Vidas mágicas e inquisición. Y digo este por decir uno. Cualquier obra de Caro Baroja me vale. Por su profesionalidad, su erudicción, su valentía y su independencia. En esto último es mi modelo. Independencia y criterio propio. Algo muy fácil de decir pero muy complicado de llevar a la práctica. Hay que trabajarlo a diario, hay que estar alerta para no dar nada por seguro o aceptar consignas y más en estos tiempos. 

Oscar Wilde.
Fuente: Wikiquote
9. El otoño de la Edad Media de Johan Huizinga, y en este creo que soy menos original que un Lacoste de mercadillo. Si preguntas a muchos de mis compañeros de carrera te referirán lo mismo. Y es que  aquel inicio "Cuando el mundo era medio milenio más joven..." nos enganchó cual droga y no pudimos soltar el libro. Era como hacer un viaje a la Edad Media a su mundo, a sus mentes si es que eso es posible. Evocador como ningún otro.

10. El retrato de Dorian Gray de Oscar Wilde. Libro que me dejó marcado con cada frase, con cada párrafo. Sólo con un pensamiento de Wilde puedes estar horas dándole vueltas a la cabeza. La búsqueda del arte, de la belleza, del ideal y por otro lado la más absoluta decadencia de un ser humano. Todo ello con una honestidad brutal que hace que todos tus cimientos morales se remuevan. Una dedicada al otro redactor de Licencia Histórica. "La ventaja de las emociones es que nos llevan por el mal camino, y la ventaja de la ciencia es que no es emocional."

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