Grandes historias en pequeños pueblos (I)

Muchas veces he pasado por Villaviciosa de Odón y siempre había pensado que lo único que tenía dicho pueblo eran las renombradas urbanizaciones, lugar por donde muchos famosos han pasado. Sin embargo, todo eso cambió hasta que realicé unas prácticas en la Oficina de Turismo de esa localidad.
Vista aérea del Castillo de Villaviciosa de Odón.
Aparte de sentirme como en casa en dicho lugar - gracias a Carolina, a los compañeros de la oficina y a los militares del Castillo - comencé a investigar sobre la historia que tenía Villaviciosa y me quedé  gratamente sorprendida. Hoy os traemos un poquito de ella.

Cuando llegas a Villaviciosa, lo primero que tienes que ver es el castillo, hoy sede del Archivo Histórico del Ejército del Aire. Además, la Oficina de Turismo de Villaviciosa ofrece realizar visitas guiadas al castillo, de forma gratuita pero con previa petición.

La construcción del castillo se remonta a la época de los Reyes Católicos, tras otorgarles a Andrés de Cabrera y Beatriz Fernández de Bobadilla el título de marqueses de Moya en 1480, tras las Cortes de Toledo.

Su hijo, Fernando de Cabrera y Bobadilla, gracias al apoyo que ofreció al emperador Carlos V en las guerras de las Comunidades (1520-1521), obtuvo el título de I conde de Chinchón, pasando el marquesado de Moya a su hermano mayor, Juan Pérez de Cabrera y Bobadilla. No obstante, el castillo de Villaviciosa no tendría importancia hasta la llegada del III conde de Chinchón, Diego Fernández de Cabrera, cuando comenzó a realizar importantes obras para formar una residencia-palacio, adaptando las ruinas del castillo fortificado que habían quedado tras las Comunidades.

Retrato de Fernando VI
Lo que más sorprende de este palacio es su historia durante el siglo XVIII, puesto que un monarca español estuvo entre sus muros durante el último año de su vida. Me refiero a Fernando VI. Su padre había comprado el condado de Chinchón en 1738 con el objetivo de dárselo a su hijo el infante don Felipe de Borbón y Farnesio pero siempre estuvo vigilando el estado de dicho condado y, por tanto, del propio castillo, hasta tal punto de denominar al entorno natural que lo rodeaba, Bosque Real.

Una vez que el infante Felipe obtuvo el título de duque de Parma, fundando la Casa Borbón-Parma, su hermanastro Fernando VI compraría dicho condado y, con ello, el castillo del que estamos hablando. Hoy en día, podemos observar en el cubo del ángulo occidental del castillo los blasones reales en piedra que mandó colocar Fernando VI. Este monarca, tenía predilección por la villa y por el castillo desde su infancia hasta tal punto que por un Real Decreto de 1754 le otorgó el distinguido título de Real Sitio y pasó a denominar dicha villa con el nombre que se conoce hoy día, Villaviciosa de Odón. 

Empero, nunca llegó a alojarse mucho tiempo, hasta que en 1758 murió su mujer Bárbara de Braganza. Es en ese momento, cuando Fernando VI decide irse de retiro a esta villa, quizás por ser un lugar ubicado cerca de Madrid o porque estaba rodeado de un gran bosque en el que poder cazar. La cuestión es que durante el último año de su vida habitó en dicho lugar -hasta su muerte el 10 de agosto de 1759- pero la muerte de su mujer hizo que sufriese una gran depresión con varios intentos (fallidos) de suicidio, hasta tal punto que en la corte circulaban rumores de que el rey "estaba poseído por el demonio", como muestran los siguientes versos anónimos:

“Yo digo que el rey está
energúmeno, endiablado
y de estar maleficiado
señales fijas nos da:
Que todos las hallarán
viéndole altivo y furioso
en oscuridad y ocioso
advertido en el hablar
enemigo de rezar i
intratable y asqueroso” [1]
Retrato de Manuel de Godoy realizado por Goya.
Otro de los grandes personajes de la historia que pasaron por este emplazamiento fue Manuel de Godoy. Godoy, era de origen hidalgo hasta que en 1784 fue admitido en la Guardia de Corps por Carlos III y, poco después, durante el reinado de Carlos IV, fue elevándose rápidamente al poder, obteniendo títulos, honores y una gran riqueza, además de conseguir los cargos más altos del Estado. 

Como consecuencia de sus decisiones políticas, entre el 17 y el 19 de marzo de 1808 tuvo lugar el llamado Motín de Aranjuez. Fue en ella donde el secretario de Estado de Carlos sería hecho preso, a manos del marqués de Castelar, y lo llevaron primero a la torre de Pinto y, desde el 2 de abril de 1808, al castillo de Villaviciosa. En este sitio estaría hasta que el 20 de abril de dicho año, las tropas francesas, dirigidas por el coronel Martel, lo liberaron tras las continuas insistencias de Napoleón Bonaparte hacia la Junta de gobierno.

Como vemos, hasta el pueblo más recóndito tiene algo de historia. 

[1] Guillermo Gonzalo Calleja Leal: Fernando VI en el Castillo de Villaviciosa de Odón, Archivo Histórico del Ejército del Aire, Sociedad Estatal de conmemoraciones Culturales, Madrid, 2009, p. 83.

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